
Pero, ya de nada les servía ni su gloria pasada ni su arcaico orgullo, pues, éstos ya no existían; e irónicamente se habían perdido por nada, pues, sin importar cuanto se humillaren o con cuánta arrogancia buscaran retar a esa criatura, ni mucho menos cuanto le suplicaran al único hombre sano, que aún fervorosamente luchaba por escapar; todos morían cuando sus cráneos eran aplastados por aquel ser, que parecía respetar un ritmo desproporcionado, que constantemente perdía el equilibrio, pero que, misteriosamente parecía representar el singular compás que se manifiesta en las marchas sepulcrales, el cual, se mantuvo vigente, hasta que ya no quedó ni un solo hombre moribundo y las singulares lágrimas que causa la desesperación osaban brotar de los cansados ojos del único superviviente, quien ya presentía cómo habría de acabar su historia y que tan doloroso habría de ser su final, siendo éste confirmado por el breve sonido de un crujido y el salpicar, sobre la pared, de unas gotas rojas.
CC por Juanedc
Para conceptos, cuyo significado no resulte claro:
Real Academia Española. (s. f.). Acallar. En Diccionario de la lengua española (avance de la 23.a ed.). Recuperado de http://dle.rae.es/?id=0GX0cSe
Real Academia Española. (s. f.). Fervor. En Diccionario de la lengua española (avance de la 23.a ed.). Recuperado de http://dle.rae.es/?id=HoeVBwP
Real Academia Española. (s. f.). Osado,da En Diccionario de la lengua española (avance de la 23.a ed.). Recuperado de http://dle.rae.es/?id=RH4I3ef
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